“En la hora del dolor, mirad a Jesús camino del huerto o atado
a la columna,
puesto en tanta soledad: el uno con el otro os podéis consolar.
O
miradle cargado con la Cruz, que aún no le dejaban hartar de huelgo.
Os mirará
Él con unos ojos tan hermosos y piadosos,
y olvidará sus dolores por consolar
los vuestros,
sólo porque os vais con Él y volváis la cabeza a mirarle.”
(Santa Teresa de Jesús, Camino 26,5).
No hay comentarios:
Publicar un comentario