domingo, 15 de marzo de 2015

Jesús nos ha mirado con amor a cada uno de nosotros

La grandeza del sacerdocio de Cristo puede infundir temor. Se puede sentir la tentación de exclamar con san Pedro: “Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador”, porque nos cuesta creer que Cristo nos haya llamado precisamente a nosotros. ¿No habría podido elegir a cualquier otro, más capaz, más santo? Pero Jesús nos ha mirado con amor precisamente a cada uno de nosotros, y debemos confiar en esta mirada.
  

(Discurso de  Benedicto XVI. Encuentro con el clero. Catedral de Varsovia. Jueves 25 de mayo de 2006)



No hay comentarios:

Publicar un comentario