martes, 31 de marzo de 2015

9ª Estación: Jesús cae por tercera vez (Vía Crucis IX)

Vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ver si hay dolor semejante al dolor que me inflige, con el que Yahvé me ha herido el día de su ardiente cólera” (Lam 1, 12).

En esta última caída de Jesús antes de llegar al Calvario, en la que nuevamente se levanta para cumplir la voluntad del Padre, presentamos al Señor a los sacerdotes y consagrados ancianos. Ellos acumulan años de entrega, de sacrificio y de perseverancia. Pedimos por ellos para que ahora en su ancianidad vean recompensados sus trabajos y como el anciano Simeón aguarden en oración el momento de la manifestación del Señor que vendrá a buscarlos para sentarlos en las bodas eternas. Pedimos también para que se sientan valorados por su Iglesia y sus comunidades, que nunca se sientan solos y abandonados, que nunca le venza la tentación de sentirse inútiles por verse incapacitados para el trabajo apostólico.  

Reparamos también por aquellos sacerdotes y consagrados que llegados a la ancianidad han perdido la fe y la esperanza, se han enfriado en la caridad, han endurecido sus corazones al amor de Cristo.


(Sacerdotes de la Iglesia del Salvador, Toledo)


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