viernes, 27 de marzo de 2015

1ª Estación: Jesús es condenado a muerte. (Vía Crucis I)


                 Pilato, queriendo dar satisfacción a la plebe, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle azotado, lo entregó para que lo crucificasen”. (Mc. 5,15).

Al contemplar a Cristo condenado injustamente, le presentamos a  los sacerdotes y consagrados que por diversas causas y en diferentes situaciones son perseguidos, calumniados, difamados por causa del Evangelio, llegando incluso a la tortura y el martirio. En ellos se cumplen las palabras del Maestro: “Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo." Para ellos pedimos, la fortaleza de ánimo para soportar con alegría los sufrimientos morales y físicos.  

Al contemplar a Cristo condenado a muerte, queremos también reparar por aquellos sacerdotes y consagrados que son causa de escándalo y piedra de tropiezo. Pedimos para ellos la conversión.

(Sacerdotes de la Iglesia del Salvador, Toledo)



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