domingo, 4 de octubre de 2015

Palabras improvisadas (III). Visita Pastoral del Papa Francisco a Nápoles (III)

Otro testimonio es el espíritu de pobreza; también para los sacerdotes que no hacen voto de pobreza, pero deben tener el espíritu de pobreza. Cuando entra en la Iglesia la especulación, tanto en los sacerdotes como en los religiosos, es feo. Recuerdo a una gran religiosa, buena mujer, una gran ecónoma que hacía bien su trabajo. Era observante, pero tenía el corazón apegado al dinero e inconscientemente seleccionaba a la gente según el dinero que tenía. «Este me gusta más, tiene mucho dinero». Era ecónoma de un colegio importante e hizo grandes construcciones, una gran mujer, pero se veía este límite suyo y la última humillación que tuvo esta mujer fue pública. Tenía 70 años, más o menos, estaba en una sala de profesores, durante una pausa de la escuela, tomando un café, y le dio un síncope y se desplomó. Le daban palmadas para hacerla volver en sí y no reaccionaba. Y una profesora dijo esto: «Pónle un billete de cien “pesos” y veamos si así reacciona”. La pobrecilla ya estaba muerta, pero fue la última palabra que se dijo de ella cuando todavía no se sabía si estaba muerta o no. Un mal testimonio.


(Encuentro con el clero, los religiosos y los diáconos permanentes en la Catedral, Visita Pastoral del Santo Padre Francisco a Pompeya y Nápoles. Sábado 21 de Marzo de 2015)

No hay comentarios:

Publicar un comentario