lunes, 27 de abril de 2015

Pelo nabos por amor… ¡por amor a Jesucristo! (III)

¡Qué importa el pesar de un momento, el sufrir de un instante!... Lo que sé decir, es que no hay dolor que no tenga compensación en esta o en la otra vida, y que, en realidad, para ganar el Cielo se nos pide muy poco. Aquí en la Trapa quizá sea más fácil que en el mundo, pero no es por el género de vida éste o aquél, pues en el mundo se tienen los mismos medios de ofrecer algo a Dios; lo que pasa es que el mundo distrae y se desperdicia mucho.

El hombre es el mismo aquí que allí; su capacidad para sufrir y para amar es la misma; adondequiera que vaya llevará la Cruz. Sepamos aprovechar el tiempo…, sepamos amar esa bendita Cruz que el Señor pone en nuestro camino, sea cual sea, fuere como fuere.


 (S. Rafael Arnaiz, Saber Esperar)


No hay comentarios:

Publicar un comentario