martes, 14 de abril de 2015

Conferencia de San Juan Bosco a unos novicios (XVII)

Cuando os sobrevenga alguna duda, id al propio superior. Él está iluminado por Dios en el consejo que os da, y no os equivocaréis.

Lo que, sin embargo, si querría que se hiciese al venir al pedir consejo de tal género, es esto: No se exponga simplemente la duda o tentación, sino que se exponga también cándidamente la causa de la duda, el motivo de la tentación.

          Por ejemplo, no es suficiente decir: “Me ha sobrevenido esta duda porque me parece que en otro lugar puedo hacer más bien, o porque en otro sitio puedo más fácilmente salvar el alma, o porque puedo vivir mejor todavía en el  mundo”.

Podrán ser verdaderas estas razones; mas ven aquí tú, que dices que en el mundo podrás vivir mejor; dime, antes de venir entre nosotros, mientras estabas en el mundo, ¿cómo vivías? ¡Oh! Ya…, entonces…, pero ahora… ¿pero ahora…? ¿Y tú crees que en el mundo no haya hoy más peligros que había entonces? ¿O crees que has llegado a ser tan fuerte contra las seducciones del demonio, tú, que no has sido capaz de tolerar por debilidad la vida religiosa?

No hay comentarios:

Publicar un comentario