miércoles, 1 de abril de 2015

11ª Estación: Jesús es clavado en la Cruz (Vía Crucis XI)

Era la hora tercia cuando le crucificaron. Con Él crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda. Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: ¡Eh, tú!, que destruyes el santuario y lo levantas en tres días, ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!” (Mc. 15, 25-27,29-30).

Al contemplar a Jesús que se dejó clavar por nosotros para mostrarnos su amor, para que conociésemos cuánto nos ama, presentamos a los sacerdotes y consagrados que postrados en sus camas e impedidos ofrecen su enfermedad junto con Cristo como ofrenda agradable por la salvación de los hombres. Pedimos por aquellos que tienen enfermedades terminales para que acepten los sufrimientos con espíritu de fe uniéndose a Cristo crucificado.

Ante Jesús clavado en la cruz por cumplir la voluntad del Padre, reparamos por aquellos sacerdotes y consagrados que ante la experiencia de dolor y sufrimiento se han revelado contra Dios, que no han sabido aceptar la cruz, que viven amargados y llenos de rencor.


(Sacerdotes de la Iglesia del Salvador, Toledo)


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