viernes, 1 de mayo de 2015

Una hermana con el don de disgustarme en todo (I). Santa Teresita del Niño Jesús (XXVIII).

Hay en la comunidad una hermana que tiene el don de disgustarme en todo. Sus modales, sus palabras, su carácter, todo en ella me desagrada en gran manera. Sin embargo, se trata de una santa religiosa, que debe ser muy agradable a Dios.

Por eso, no queriendo ceder a la antipatía natural que experimentaba, me dije a mí misma que la caridad no debía consistir en los sentimientos, sino en las obras. Entonces, me apliqué a portarme con dicha hermana como lo hubiera hecho con la persona a la que más quiero. Cada vez que me la encontraba, pedía por ella a Dios, ofreciéndole todas sus virtudes y sus méritos.

Me daba perfecta cuenta de que esto agradaba a Jesús, pues no hay artista a quien no le guste recibir alabanzas por sus obras. Y a Jesús, el Artista de las almas, le complace que en lugar de detenernos en lo exterior, penetremos en el santuario íntimo que él se ha escogido por morada, y admiremos su belleza.


(Santa Teresita del Niño Jesús. Manuscrito dirigido a la Madre María Gonzaga).


No hay comentarios:

Publicar un comentario