domingo, 24 de mayo de 2015

No podemos producir vocaciones


“Rogad, pues, al Dueño de la mies” quiere decir también: no podemos “producir” vocaciones; deben venir de Dios. La llamada, que parte del corazón de Dios, siempre debe encontrar la senda que lleva al corazón del hombre.


(Viaje apostólico de Su Santidad Benedicto XVI a Munich, Altötting y Ratisbona, 2006)


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