Es de personas virtuosas no enfadarse ni contestar
a personas que nos ofenden con otra ofensa. San Isidoro en sus libros de las
sentencias dice: “Dais prueba de una gran virtud, sino respondéis a una ofensa
con otra ofensa: manifestáis una gran fuerza de alma si perdonáis al ser
ofendidos, y adquirís una gran gloria si perdonáis a un enemigo a quien
pudierais dañar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario