sábado, 11 de julio de 2015

Prontitud para decir sí ante la grandeza de la llamada

¡Animo, jóvenes! ¡Cristo os llama y el mundo os espera! Recordad que el Reino de Dios necesita vuestra generosa y total entrega. No seáis como el joven rico, que invitado por Cristo, no supo decidirse y permaneció con sus bienes y con su tristeza, él, que había sido preguntado con una mirada de amor. Sed como aquellos pescadores que llamados por Jesús, dejaron todo inmediatamente y llegaron a ser pescadores de hombres.
Sentid la grandeza de esta misión, dejaos arrastrar del todo por el torbellino en cuyo centro actúa Dios mismo, tened plena conciencia de realizar una misión insustituible. No permitáis que la insidia de la duda, del cansancio o de la desilusión empañen el frescor de la entrega.

(S. Juan Pablo II) 

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