martes, 30 de junio de 2015

Cordialidad con una sonrisa

         Hay un proverbio chino que dice “el hombre que no sabe sonreír no debe abrir nunca una tienda”.

         La sonrisa sincera nace de un corazón puro, “ten buena conciencia y siempre tendrás alegría” dice el Kempis. Grande es el valor de una sonrisa, que no cuesta nada pero crea mucho. Enriquecen a quienes la reciben, sin empobrecer a quien la da. Crea felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es contraseña entre los amigos.


         Cuando una vida adolece de sonrisas falta la limpieza de corazón y la buena conciencia.


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