viernes, 15 de mayo de 2020

Duda vocacional. S. Maximiliano Kolbe (III)


A sus dieciséis años, la carrera militar le parecía más adecuada que el hábito monacal para servir a su país, al que no distinguía de su fe. Estaba tan convencido de que su camino no pasaba por el convento que había conseguido también hacer renunciar a su hermano. Así que cuando los padres franciscanos le propusieron entrar en el noviciado como una preparación al sacerdocio, solicitó una entrevista con el superior para rehusar por él y por su hermano. Aquel día precisamente su madre se presentó en el convento para informar a los muchachos de que ella iba a ingresar en las benedictinas y el padre en los franciscanos. Mucho tiempo después, cuando el hermano mayor había salido ya del convento, Kolbe relataba en una carta a su madre lo sucedido a continuación: 

“Antes de entrar en el noviciado era yo sobre todo quien no quería tomar los hábitos y convencí a mi hermano… Entonces se produjo un hecho inolvidable: mientras esperábamos ser recibidos por el Padre Provincial para comunicarle que ni Francesco ni yo queríamos ingresar en el convento, oí sonar la campana que me llamaba al locutorio. Eras tú, mamá, enviada por la Providencia en aquel momento crítico…. Ya han pasado nueve años y aún pienso en ello con ternura y con agradecimiento hacia la Virgen María, instrumento de la Misericordia Divina. ¿Qué hubiera sido de mí si, en aquel momento, Ella no me hubiera tendido la mano?” 


Se celebró la entrevista. Solo que el Padre Provincial, en lugar de escuchar a los alumnos rechazar el hábito, les oyó solicitarlo. 

(No olvidéis el amor. La pasión de S. Maximiliano Kolbe, Arcaduz)

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