domingo, 2 de agosto de 2015

“Una sola cosa te falta (...) ven y sígueme”

¿Quizá hoy Jesús os está repitiendo a cada uno de vosotros: “Una sola cosa te falta”? ¿Quizás os esta pidiendo mas amor aun, mas generosidad, mas sacrificio? Sí, el amor de Cristo exige generosidad y sacrificio. Seguir a Cristo y servir al mundo en su nombre requiere coraje y fuerza. Ahí no hay lugar para el egoísmo ni para el miedo.
No tengáis miedo, por tanto, cuando el amor sea exigente. No temáis cuando el amor requiera sacrificio.
Por esto os digo a cada uno de vosotros: escuchad la llamada de Cristo, cuando sintáis que os dice: “Sígueme.” Camina sobre mis pasos. ¡Ven a mi lado! ¡Permanece en mi amor! Te pide que optes por Él. ¡La opción por Cristo y su modelo de vida, por su mandamiento de amor!
El amor verdadero es exigente. No cumpliría mi misión si no os lo hubiera dicho con toda claridad. El amor exige esfuerzo y compromiso personal para cumplir la voluntad de Dios.

(S. Juan Pablo II) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario