Desdichadamente vivimos en una época en la que el pecado se
ha convertido hasta en una industria, que produce dinero, mueve planos económicos,
da bienestar. Esta situación es realmente impresionante y terrible. ¡Es
necesario no dejarse asustar ni presionar! ¡Cualquier época exige del cristiano
“coherencia”!
Sed valientes. El mundo necesita testigos, convencidos e
intrépidos. No basta discutir, hay que actuar, vivir en gracia, practicar toda
la ley moral, alimentad vuestra alma con el cuerpo de Cristo, recibiendo seria
y periódicamente el Sacramento de la Penitencia. Servid. Estad disponibles a
amar, a socorrer: a ayudar en casa, en el trabajo, en las diversiones, con los
cercanos y los alejados.
Meditad también con seriedad y generosidad, si el Señor llama
a alguno de vosotros. ¿Cómo es posible esto? Buena pregunta. Nuestra bendita
Madre, María de Nazaret hizo la misma pregunta por primera vez ante el
extraordinario plan al que Dios la había destinado. Y la respuesta que recibió
Maria de Dios Todopoderoso es la misma que os da a vosotros: “El Espíritu Santo
vendrá sobre ti porque para Dios nada es imposible”.
Conociendo bien la doctrina de Jesús es fácil actuar ante los
retos de la vida sin miedo a equivocarnos o a estar solos, pues lo haremos, en
todo momento y circunstancia, bajo la influyente guía de su propio Espíritu
Santo, sea grande o pequeña.
(S. Juan Pablo II)
No hay comentarios:
Publicar un comentario