lunes, 3 de agosto de 2015

Un largo martirio

"Torno a decir que está el todo o gran parte en perder cuidado de nosotros mismos y nuestro regalo; que quien de verdad comienza a servir al Señor, lo menos que puede ofrecer es la vida. No ha de volver las espaldas a desear morir por Él y pasar martirio. Pues, ¿ya no sabéis, hermanas, que la vida del buen religioso y que quiere ser de los allegados amigos de Dios, es un largo martirio? Largo, porque para compararle a los que de presto los degollaban, puédese llamar largo; mas toda es corta la vida y algunas cortísimas. Y ¿Sabemos si seremos de tan corta, que desde una hora o momento que nos determinemos a servir del todo a Dios se acabe? Posible sería, que, en fin, todo lo que tiene fin no hay que hacer caso de ello; y pensando que cada hora es la postrera, ¿quién no la trabajará?


(Camino de perfección, Santa Teresa de Jesús)


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