viernes, 28 de agosto de 2015

Incapacidad de amar a Dios. Santa Teresa de Jesús (VII)

         Su orgullo también iba a quebrantarse. Siempre había ganado a los mejores en su propio terreno, pero en Nuestra Señora de Gracia experimentará por primera vez, con dolor, que le falta una forma específica de sensibilidad, una perfección, una grandeza: “Si veía a alguna tener lágrimas cuando rezaba, u otras virtudes, habíala mucha envidia, porque era tan recio mi corazón en este caso, que si leyera toda la Pasión no llorara una lágrima; esto me causaba pena”.

          Ella, tan audaz, se topa con un obstáculo que reside en ella misma: es una incapacidad para comprender a Dios y para amarle.

          Siguiendo los consejos de María de Briceño, comenzó a rezar mucho en voz alta y a pedir que rezaran por ella a fin de que Dios le mostrase claramente el camino en el que le serviría mejor; “mas todavía deseaba que no fuese monja”.


(La Vida de Santa Teresa de Jesús, Arcaduz).

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