miércoles, 25 de febrero de 2015

Viaje a Roma (III). Santa Teresita del Niño Jesús (XI)

         ¡Cuánta poesía llenaba mi alma a la vista de todas aquellas cosas que yo admiraba por primera y  última vez en mi vida! Pero las veía desaparecer sin pena. Mi corazón suspiraba por otras maravillas. Ya había contemplado bastante las bellezas de la tierra, las del cielo eran el objeto de mis deseos. ¡Y para hacérselas gozar a las almas, deseaba convertirme en prisionera!
            
            (Historia de un alma. Relato autobiográfico de Santa Teresita del Niño Jesús).


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