jueves, 12 de febrero de 2015

Conferencia de San Juan Bosco a unos novicios (IX).

2º Si el Señor no os hubiese llamado a este estado, no os hubiese dado el deseo iluminado de buscarlo ni la voluntad de abrazarlo; no os habría puesto en las circunstancias de poder seguir vuestro deseo; no os habría hecho probar el placer y la paz que habéis sentido cuando supisteis que habíais sido aceptados. No penséis que éstas sean razones de poca importancia; son razones esenciales. Dios es dueño de todas las cosas, como de cada uno de nuestros pensamientos.

“Es, pues, del todo cierto que todos nosotros hemos sido llamados a este estado?” Es del todo cierto. El poner en duda esto sería poner en duda lo que el Señor ha hecho. Estad, pues, todos tranquilos y ciertos de que vuestra vocación  es segura y de que, si observáis las Reglas de la Congregación, tenéis por delante abierto el camino que os conduce al cielo.


Creo que cuando uno es guiado por buen espíritu, es decir, aconsejado en esto por el superior y que no engaña a los superiores, sino que les abre sinceramente el corazón, éste, entrando en el noviciado, tiene ya cierta su vocación.

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