miércoles, 3 de junio de 2020

Solo hasta la muerte. S. Maximiliano Kolbe (VII)


El 12 de Julio de 1935 escribe a un padre de “La Ciudad de la Inmaculada” hablándole indirectamente de sus males, que para él se sitúan en el orden lógico del combate espiritual: 

“No hay nacimiento sin dolor. Además ¿existe algún sacrificio demasiado grande cuando se trata de María? Estamos consagrados a ella no solo en teoría, sino realmente en la práctica. Si no nos cansamos de luchar para conquistarle el mundo, los sufrimientos no cesarán de abatirse sobre nosotros y, cuanto más valerosamente combatamos, más numerosos y pesados serán. Pero solo hasta la muerte. Después llegará la resurrección. Y aun en el caso –un hecho imposible- de que María no nos recompensara nunca, lucharíamos con idéntico fervor, porque la amamos a ella, no a la recompensa”. 


(No olvidéis el amor. La pasión de S. Maximiliano Kolbe, Arcaduz)

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