miércoles, 8 de marzo de 2017

Siempre dispuesto a complacer. Santo Cura de Ars (XXXIX)


El Cura de Ars, que en toda su vida de sacerdote no hizo jamás un solo viaje por puro recreo, sabía salir de su vida ordinaria –y ello hasta en sus últimos años- para prestar ayuda a sus compañeros. Puesto que, por sobrenatural complacencia, no se negaba a nada, siempre le hallaban dispuesto a todo. Como santo que era, se dejó explotar para el bien. Es cierto que se siente menos reparo en pedir auxilio a los que siempre se manifiestan dispuestos a complacer”.

Un día que se encontraba muy mal, se fue a pie a casa de un enfermo de Savigneux para oír su confesión. Estaba tan decaído que hubo de regresar en coche. Lo mismo le acaeció un día llovioso de otoño, al ser solicitado su ministerio en Rancé. Calado hasta los huesos, temblando de fiebre, le fue forzoso tenderse en la misma cama del enfermo. En esta postura le confesó. “Estaba más enfermo que el enfermo” –decía al regresar.


Muchas de estas actuaciones eran superiores a las fuerzas humanas, y no se explican sino por un celo para el bien llevado hasta el heroísmo. “Así era- exclama Catalina Lassagne- como nuestro santo Cura se sacrificaba por las almas”.

(El Santo Cura de Ars, Arcaduz)





No hay comentarios:

Publicar un comentario