jueves, 2 de febrero de 2017

El blanco tiene todos los colores. Tres monjes rebeldes


- No hay duda de que el color blanco es el único realmente adecuado para el estado que abarca a toda clase de hombres para toda clase de propósitos, es decir, el estado monástico.

- Muy inteligente –comentó el prior con una sonrisa- aunque no demasiado convincente.

- ¿Qué no es convincente?.. Fijaos bien, Esteban. El negro es la ausencia de color. Entonces, ¿cómo puede ser simbólico el negro? ¿Cómo puede ser indicado para el estado monástico? En todos los monasterios hay almas ardientemente apostólicas que viven en el claustro y pueden convertir al mundo quemando sus almas en la oración. Para esas almas el único color simbólico sería el rojo, puesto que son mártires. Luego hay otras que poseen un corazón generoso que entregan por entero a Dios en la adoración. Su color sería el oro. Para la fresca y limpia hermosura de las de tantos jóvenes como acuden en la primavera de sus vidas a los claustros a fin de poder florecer exclusivamente para Dios, tendríamos el verde. El negro no sirve para ninguna de estas almas. Para las virginales se requiere el blanco. El amarillo rojizo serviría para las almas sacrificadas. Pero, sobre todo, se necesitaría el verdadero azul, o mejor aún, el púrpura de la majestad real, para simbolizar la grandeza de la lealtad del amor de penitencia que absorbe a cuantos después de haber nacido conocido el pecado llegaron a conocer el amor de nuestro Salvador. ¿Qué significa o simboliza el negro? Lo único que sugiere es la idea de la muerte, y los hombres no van a los monasterios a morir. Por lo menos a este nuestro vienen a vivir, a vivir exclusivamente para Dios.


- Sí, pero un monje debe estar muerto para el mundo y para todo lo bajo de su personalidad.

- De acuerdo, Esteban. Pero llevar luto por esa muerte carece de sentido. ¡Vistamos, pues, el blanco de la alegría y el regocijo! 

- Decidme –dijo Estaban sonriendo- ¿realmente pensasteis todo esto cuando adquiristeis la tela blanca?

- Para nada –respondió Alberico con una carcajada- el único criterio de la elección del color fue el seguimiento de la Regla. Si la lana roja fuera más barata que la blanca, ¡vestiríamos como cardenales!

(Tres monjes rebeldes, P. Raymond)

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