viernes, 18 de noviembre de 2016

Los instrumentos de Dios. P. Segundo Llorente (XXII)

        
¿Cómo conquista Dios? Ved a las monjitas que parten para el oriente con el crucifijo en el pecho.

No llegan a una docena. No tienen más arma que el crucifijo. No llevan en los ojos odio satánico a los japoneses. Al contrario, quieren a los japoneses.

Y en cuanto a los ojos, van llorando aún por estar todavía reciente la despedida de sus familias que también quedaron llorando. Van llorosas, temblorosas ante la incertidumbre de lo que las espera en el lejano oriente.


A estas y a otras como estas ha encargado Dios la conquista para él del pueblo japonés.

Dios quiso mandar más, muchas más; pero las otras no le escucharon. Prefirieron los bailes, los cines, las modas, los casorios y el hacer en todo su voluntad. O tal vez se opusieron a ello los padres, convertidos de repente en seres barbarizados que tendrán que dar de ello una cuenta tremenda el día del juicio.

(P. Segundo Llorente, 40 años en el Círculo Polar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario