miércoles, 23 de noviembre de 2016

El cultivo de las almas. Santo Cura de Ars (XXVII)


En el cultivo de las almas no basta saber arrancar, también es menester plantar. Dócil a las enseñanzas del Concilio de Trento, según las cuales los pastores están obligados a explicar a sus ovejas los ritos tan llenos de sentido del santo sacrificio de la Misa, el Cura de Ars se esforzaba en comunicarles la inteligencia y el amor a tales ceremonias. Les explicaba sucesivamente la necesidad, la naturaleza, el valor y los bienes de la Eucaristía. Puede afirmarse que la idea madre de su vida sacerdotal fue desasir las almas de las preocupaciones terrenas para elevarlas hacia el altar.


(El Santo Cura de Ars, Arcaduz)

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