miércoles, 31 de diciembre de 2014

Año Nuevo (I)


          ¡Año 2015, bienvenido, seas lo que seas, pues Dios te envía!... ¿Qué me traes? Lo mismo me da, pues también el Señor es quien lo envía. Que Él me ayude a servirle mejor dentro de tus días y tus meses… que Él y María me protejan como lo han hecho en años anteriores, y que cuando termines, pueda decir, no como hoy, que he dicho que estoy más cerca de Dios en cuanto al tiempo que me falta de recorrer el camino de mi vida mortal, sino que pueda decir en verdad que el Año 2015 me ha servido para acercarme a Dios, pero en santidad, en perfección y verdadero amor… Todo lo demás que no me sirva para eso, no lo quiero, pues es realmente tiempo perdido…, y mirándolo bien, y con mí conciencia a la vista, ya he perdido bastante.

¡Año 2015, bienvenido seas, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espírtu Santo!


(Adaptación de “Saber Esperar”, San Rafael Arnaiz).


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