martes, 5 de abril de 2016

En la intimidad del corazón de Cristo


Es San Juan el que en la Última Cena se recuesta en el pecho del Salvador para preguntarle quién será el traidor. Es el discípulo amado el que reconoce al Señor en la pesca milagrosa en el lago Tiberiades y dice "Es el Señor". Y es al discípulo amado a quien el Señor le confía el cuidado de la Santísima Virgen María a los pies de la Cruz. La virginidad consagrada que nos introduce en la intimidad del corazón de Cristo.


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