jueves, 30 de octubre de 2014

Una sola cosa es necesaria



"Una sola cosa es necesaria, María ha escogido la mejor parte, y no se la quitarán." (Lc, 10, 38-42).
      La vida del alma que aspira a la santidad debe ser vida de oración.               El alma que no ama la oración es difícil, moralmente imposible, que sea buena.
      Si vemos un alma tibia, decid: esta alma hace mal la oración, y diréis toda la verdad.
    El gran empeño del demonio es cuanto a las almas que aspiran a la santidad, es hacerles perder la oración: si lo vence en eso, lo vencerá en todo.
      Decía San Felipe Neri: "Un religioso sin oración es un religioso sin cabeza".

      Un religioso sin oración ya no es un religioso, sino un cadáver de religioso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario