El Dios Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra,
Soberano Dominador del Mundo, y la Gloriosísima Virgen María, Reina de la Corte
celestial, tienen a bien participaros el Casamiento de su Augusto Hijo, Jesús,
Rey de reyes y Señor de señores, con la Señorita Teresa Martín, ahora Señora y
Princesa de los reinos apostados en dote por su Divino Esposo, a saber: la
Infancia de Jesús y su Pasión, siendo sus títulos de nobleza: del Niño Jesús y
de la Santa Faz.
El Señor Luis Martín, Propietario y Dueño de los Señoríos del
Sufrimiento y de la Humillación, y la Señora de Martín, Princesa y Dama de
Honor de la Corte Celestial, tienen a bien participaros el Casamiento de su
hija, Teresa, con Jesús, el Verbo de Dios, segunda Persona de la Adorable
Trinidad, que, por la operación del Espíritu Santo, se hizo Hombre e Hijo de
María, la Reina de los Cielos.
No habiendo podido invitaros a la bendición Nupcial que les
fue otorgada en la montaña del Carmelo, el 8 de septiembre de 1890 (sólo fue
admitida la corte celestial) se os suplica, no obstante, que acudáis a la
Tornaboda, que se verificará Mañana, Día de la Eternidad, día en que Jesús,
Hijo de Dios, vendrá sobre las Nubes del Cielo, con el resplandor de su
Majestad, a juzgar a los Vivos y a los Muertos.
Siendo todavía incierta la hora, se os invita a que estéis
preparados y a velar.
(Historia de un alma. Relato autobiográfico de Santa Teresita
del Niño Jesús).
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