¡Qué mayor
alegría puede tener un alma que la de saber que da gusto a Dios!
El Amor no puede estar ocioso, y por
eso el que ama de verdad a Dios tiene que estar dándole continuamente pruebas
de su amor.
“El que ama no sufre en los
trabajos” (San Agustín), porque para el alma enamorada, las molestias por Amor
son gozo en el espíritu.
El tiempo pasa y no vuelve,
aprovechemos el tiempo para agradar en todo a Dios, y vivir para buscar la
voluntad de Dios, porque es el tiempo que se transforma en eternidad.
¡Eternidad, eternidad el que piense
en ti y no cambie, o esta loco o no tiene corazón” (San Agustín)
No hay comentarios:
Publicar un comentario