No murmuréis. La
murmuración es un viento helado que aridece el alma. Dice San Francisco de Sales
que de una acción de cien aspectos distintos, si noventa y nueve son
manifiestamente malos y uno solo se puede tomar en buen sentido, bajo ese aspecto se debe tomar la acción y jamás
murmurar o criticar.
Procurad, mis queridos hijos, poner en práctica estas cosas. Si así lo hacéis, tendréis la verdadera alegría, la verdadera paz del corazón. Haréis también mucho bien a vosotros y a las almas del prójimo. Procuremos no hacernos indignos de las bendiciones del Señor, haciendo todo aquello que podemos para adornar nuestro corazón de virtudes, trabajando asiduamente siempre a la mayor gloria de Dios.
Procurad, mis queridos hijos, poner en práctica estas cosas. Si así lo hacéis, tendréis la verdadera alegría, la verdadera paz del corazón. Haréis también mucho bien a vosotros y a las almas del prójimo. Procuremos no hacernos indignos de las bendiciones del Señor, haciendo todo aquello que podemos para adornar nuestro corazón de virtudes, trabajando asiduamente siempre a la mayor gloria de Dios.
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