El Señor tiene un plan para cada uno de nosotros, nos llama por nuestro nombre. Por tanto, a nosotros nos toca escuchar, percibir su llamada, ser valientes y fieles para seguirlo, de modo que, al final, nos considere siervos fieles que han aprovechado bien los dones que se nos han concedido.
(Viaje
apostólico de Su Santidad Benedicto XVI a Munich, Altötting y Ratisbona, 2006)
No hay comentarios:
Publicar un comentario