viernes, 5 de diciembre de 2014

Encuentro con D. Calosso. San Juan Bosco (II)


En Juan va creciendo poco a poco la vocación sacerdotal. Observa por las calles a los sacerdotes de los pueblos que, entregados con celo a su tarea, no obstante no tenían un trato familiar con los chicos. Sólo trataban a los adultos. “Si yo fuera sacerdote, lo haría de forma distinta. Me acercaría a los niños y a los jóvenes para charlar con ellos y darles buenos consejos”.

          Juan, cuando tiene catorce años, conoce a don Calosso, viejo párroco de un pueblecito vecino. Encuentra en él a un buen amigo del alma. Don Calosso, conocedor de su valía y sus grandes deseos de ser sacerdote, empieza a enseñarle la gramática latina e italiana. Se convierte además en su buen maestro espiritual. Juan le abre su corazón y él le enseña a sacar provecho de los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación, y le enseña a hacer cada día un rato de oración personal. Serán los fundamentos de su formación espiritual.


(Adaptación de Redención Salesiana).


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