Cierta mañana, Juan había partido
para su casa con un recado. Apenas había entrado en ella cuando se presentó un
mensajero con una fatal noticia para él. Don Calosso se moría.
Al perder
a su protector, Juan tuvo que regresar a su casa, y volverse a enfrentar con su
hermanastro Antonio, que se oponía totalmente a que Juan estudiase, ya que eso
suponía tener un trabajador menos en el campo. Mamá Margarita, afligidísima,
decidió mandar a Juan a trabajar fuera, porque las iras de Antonio hacían que
Juan corriese un grave peligro si seguía en la casa.
Así, se traslada primero a Castelnuovo y después a Chieri, y mientras trabaja
como aprendiz de diferentes oficios. Asiste a clase con compañeros más jóvenes
que él. Su memoria y su despierta inteligencia hacen que adelante rápidamente
y, en pocos años, adquiere el nivel propio de su edad. Durante su estancia en
Chieri, Juan se convierte en el líder de sus compañeros de escuela y de diversión,
gracias a su simpatía, su facilidad con el estudio y su honestidad. Funda con
ellos la Sociedad de la Alegría, que tiene por base estas dos reglas:
1. Evitar todo aquello que no es conforme al Evangelio.
2. Responsabilidad en el estudio y en la vida cristiana.
(Adaptación de Redención Salesiana).
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