San Pedro de Alcántara a Santa Teresa de Jesús:
- No alabo la pobreza sin más, sino la que se sufre pacientemente por amor de Nuestro Señor Jesucristo y más aún la que es deseada y abrazada por amor; si pensase otra cosa no me consideraría firme en la fe. En esto, como en todo, creo en Nuestro Señor; creo que son buenísimos sus consejos y creo que quien los sigue es más perfecto, mucho más que quien no los sigue. Como lo prometió Su Majestad tengo por bienaventurados a los pobres de espíritu, los que lo son por su voluntad. Creo en Dios más que en mi experiencia, pero puedo decir, sin embargo, que siempre he visto felices a los que de corazón aman la pobreza con la ayuda de Dios; como lo son todos los que en esta vida le aman, se fían de Él y esperan en Él.
“No creáis a los que defienden lo contrario, porque no han gustado cuán suave es el Señor para quien renuncia a todos los bienes que no ayudan a crecer en su amor”.
(Vida de Santa Teresa de Jesús, Arcaduz).
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