Véante mis ojos,
dulce Jesús bueno;
véante mis ojos,
muérame yo luego.
dulce Jesús bueno;
véante mis ojos,
muérame yo luego.
Vea quién quisiere
rosas y jazmines,
que si yo te viere,
veré mil jardines,
flor de serafines;
Jesús Nazareno,
véante mis ojos,
muérame yo luego.
No quiero contento,
mi Jesús ausente,
que todo es tormento
a quien esto siente;
sólo me sustente
su amor y deseo;
mi Jesús ausente,
que todo es tormento
a quien esto siente;
sólo me sustente
su amor y deseo;
Véante mis ojos,
dulce Jesús bueno;
véante mis ojos,
muérame yo luego.
dulce Jesús bueno;
véante mis ojos,
muérame yo luego.
(Santa Teresa de Jesús)
No hay comentarios:
Publicar un comentario