miércoles, 29 de julio de 2015

Juegos de niña. Santa Teresa de Jesús (II).

       El fracaso de la aventura orientó a Teresita hacia la vida cenobítica, pero las ermitas apropiadas a su tamaño que se empeñaba en construir amontonando piedras en el huerto, pronto se derrumbaban. ¿Sería tan difícil alcanzar la gloria de Santa María Egipciaca, cuyas terribles penitencias cantaban las criadas, lo mismo que las de Santa Cecilia o Santa Inés?

         Luego desaparecieron todos los trapos de la casa, pues Teresita acababa de fundar una orden religiosa y, disfrazada de monja, obligaba a sus primos a observar una regla inventada por ella misma. Por supuesto, ella era la Priora. Con una palmada, hacía arrodillarse, levantarse o postrarse con los brazos en cruz a las “hermanas”, asombradas de la exactitud de su vena imaginaria. Y si se escondían tras los setos de bog, era para poder rezar el rosario sin que nadie les molestara.

         Le pareció entonces que le gustaría ser religiosa, aunque no “tanto como las cosas que he dicho”, es decir, virgen y mártir o anacoreta en el desierto; y es que el claustro no satisfacía su afán por lo maravilloso.

(La Vida de Santa Teresa de Jesús, Arcaduz). 


lunes, 27 de julio de 2015

¿Por qué no nos habéis de oír a quien perdería mil honras y mil vidas por Vos?

“Cuando os pidiéremos honras, no nos oigáis, 
o rentas, o dineros, o cosa que sepa a mundo; 
mas para honra de vuestro Hijo, ¿por qué no nos habéis de oír, 
Padre eterno, a quien perdería mil honras y mil vidas por Vos? 
No por nosotras, Señor, que no lo merecemos, 
sino por la sangre de vuestro Hijo y sus merecimientos.”


(Camino de Perfección, Sta. Teresa de Jesús).


domingo, 26 de julio de 2015

“Jesús fijando en el la mirada, lo amo y le dijo (...) ven y sígueme”

A los que han entrado por la senda de la vida en el cumplimiento de los mandamientos el Señor les propone nuevos horizontes; el Señor les propone metas mas elevadas y los llama a entregarse a ese amor sin reservas. Descubrir esta llamada, esta vocación, es caer en la cuenta de que Cristo tiene fijos los ojos en ti y que te invita con la mirada a la entrega total en el amor. Ante esa mirada, ante ese amor suyo, el corazón abre las puertas de par en par y es capaz de decirle que sí.
Si algunos de vosotros siente una llamada a seguirle mas de cerca, a dedicarle el corazón por entero como los apóstoles Juan y Pablo, que sea generoso, que no tenga miedo, porque no hay nada que temer cuando el premio que espera es Dios mismo, a quien, a veces sin saberlo, todo joven busca.
Jóvenes que me escucháis, jóvenes que sobre todo, queréis saber lo que habéis de hacer para alcanzar la vida eterna decid siempre que sí a Dios y Él os llenara de su alegría.
(S. Juan Pablo II) 

sábado, 25 de julio de 2015

P. Mendizábal (XI)

El cristianismo es Vida. Lo vemos en el ejemplo de María, ¿qué ha hecho la Virgen? Ha vivido con Cristo. Ésa es su aportación y su misión. Ha vivido muy sencillamente, muy lealmente con Él. Cada día ha cuidado de Él, ha conversado con Él, le ha servido, le ha ayudado. Jesucristo quiere esto de nosotros.


(Con María, P. Mendizábal).


viernes, 24 de julio de 2015

A tierra de moros. Santa Teresa de Jesús (I)

     Teresita consideraba que los mártires “compraban muy barato el ir a gozar de Dios” y deseaba imitarlos no porque amase mucho a Dios, sino porque quería disfrutar cuanto antes de los bienes celestiales descritos en la vida de los santos.


Le gustaba saborear particularmente la palabra “eterno”, que quiere decir “para siempre”, explicaba la pequeña. Agudo sufrimiento, sí, pero breve; y a cambio, la gloria eterna. Basta –le decía ella a su hermano mayor Rodrigo- con un momento de decisión: “una determinacioncilla”.

En ese mismo año, la conquista de Rodas por los turcos, que consternó a las personas mayores, inflamó de ansias de sacrificio el alma de una niña que nada sabía de geografía: imaginó que ahora sería más fácil ir a tierra de moros para hacerse decapitar, y que mendigando “por amor de Dios” el pan en los caminos, acabaría llegando allá. ¿De qué iba a servir el espíritu crítico de un chico de diez años frente a su hermana menor, pero dotada ya de una poderosa capacidad de convicción? Así pues, una mañana, de madrugada, se escabulleron por las puertas recién abiertas, atravesaron en puente sobre el Adaja y emprendieron el camino “hacia tierras de moros” en dirección a Salamanca.

Y allí, no lejos todavía de Ávila, los encontró su tío Don Francisco Álvarez de Cepeda. Caminaban decididos: la larga falda de Teresita barría el polvo del camino, y los dos llevaban unos mendrugos de pan envueltos en una servilleta anudada al extremo de un palo. Rodrigo, a quien ya le dolían los pies, confesó al momento, mientras su hermana apretaba los dientes para guardar su secreto y su enojo. Una vez llegados a casa, pasada la alegría del reencuentro, Rodrigo demostró menos estoicismo ante la paliza que se avecinaba que ante el pasado deseo de martirio: “Fue Teresa la que me obligó…” Y la niña fue castigada.

(La Vida de Santa Teresa de Jesús, Arcaduz). 

jueves, 23 de julio de 2015

¡Sólo Dios debe ocupar el alma!

¡Qué difícil es para el trapense el escribir las impresiones sobre la Trapa!

El que llega del mundo ve en estas abadías cistercienses motivos suficientes para meditar, pensar y reflexionar, y si su alma es un poco artista, gozará con el silencio y la paz del Monasterio, pero no crea que en todo eso está Dios, sino que para encontrar a Dios hay que prescindir de todo eso.

¡Sólo Dios debe ocupar el alma! La paz no la da el silencio, ni los cipreses del claustro, ni el canto de los pájaros…, la paz para el trapense es Dios, y fuera de Él no hay nada que merezca la pena.

¡Señor, sólo Tú…., sólo Tú permaneces…., nada hay bajo el sol que llene el corazón del hombre sino Tú! ¡Y mi corazón está sediento de Ti y te busca como el ciervo las fuentes, como dice David. Fuera de lo que no eres Tú, todo son tinieblas!


(S. Rafael Arnaiz, Saber Esperar)


miércoles, 22 de julio de 2015

Ejercicios y Predicación (II). S. Ignacio de Loyola (XI)

Conviene notar algunas circunstancias de este ministerio de la palabra, tal como se inauguró en la Compañía. Primero, que era de todos y siempre. Ignacio, que gobernaba; Fabro, que iba enviado del Papa a Parma, a Alemania y a España; Salmerón y Broet, Nuncios pontificios en Irlanda; Laínez y Salmerón, grandes teólogos en el Concilio de Trento; Bobadilla, delegado en las Dietas imperiales; todos miraban como su primero y esencial ministerio la predicación apostólica.

Lo segundo, que aquellos hombres ni se ataban ni se dejaban atar nunca en materia de predicación, o, en otras palabras, no eran regidos por los ministerios que otros les impusiesen, sino que predicaban donde y cuando les parecía bien. Por esto renunciaron a toda suerte de estipendio, para tener toda la libertad apostólica.

Lo tercero, que su principal ministerio era siempre de humildad: los niños de la calle, llamados con una campanilla, los pobres enfermos de los hospitales. A los que fueron al Concilio de Trento mandó S. Ignacio que, antes de decir su parecer en aquella asamblea, evangelizasen a los pobres según la norma evangélica.

Lo cuarto, finalmente, que sentían vivísimamente que toda vida espiritual viene de la unión con Jesucristo, por lo cual el fin y término de toda su predicación era llevar la gente a los sacramentos. Ahora no nos parece esto gran maravilla, pero entonces era una novedad prodigiosa.


(S. Ignacio de Loyola, P. Casanova).

lunes, 20 de julio de 2015

De penas que se acaban no hagáis caso


“De penas que se acaban no hagáis caso de ellas
 cuando interviniere algún servicio mayor al que tantas pasó por nosotros; 
siempre os informad lo que es más perfecto”.


(Camino de Perfección, Sta. Teresa de Jesús).


domingo, 19 de julio de 2015

La respuesta a la vocación es siempre un sí lleno de fe

La fe y el amor no se reducen a palabras o a sentimientos vagos. Creer en Dios y amar a Dios significa vivir toda la vida con coherencia a la luz del Evangelio, y esto no es fácil. ¡Si! Muchas veces se necesita mucho coraje para ir contra la corriente de la moda o la mentalidad de este mundo. Pero, lo repito, este es el único camino para edificar una vida bien acabada y plena.
Y si a pesar de vuestro esfuerzo personal por seguir a Cristo, alguna vez sois débiles no cumpliendo... sus mandamientos, ¡no os desaniméis! ¡Cristo os sigue esperando! El, Jesús, es el Buen pastor que carga con la oveja perdida sobre sus hombros y la cuida con cariño para que sane. Cristo es amigo que nunca defrauda.
El joven del Evangelio añade: “¿Qué me falta?”. Aquel corazón joven movido por la gracia de Dios, siente un deseo de más generosidad, de más entrega, de más amor. Un más que es propio de la juventud; porque un corazón enamorado no calcula, no regatea, quiere darse sin medida.

(S. Juan Pablo II) 

sábado, 18 de julio de 2015

Cántico espiritual (III)

El Esposo
­Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma
al aire de tu vuelo, y fresco toma.

La Esposa
 Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos,

la noche sosegada
en par de los levantes del aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.

Nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en púrpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado.

A zaga de tu huella
las jóvenes discurren al camino,
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de bálsamo divino.

En la interior bodega
de mi Amado bebí, y cuando salía
por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía;
y el ganado perdí que antes seguía.

Allí me dio su pecho,
allí me enseñó ciencia muy sabrosa;
y yo le di de hecho
a mí, sin dejar cosa:
allí le prometí de ser su Esposa.

(Cántico Espiritual, S. Juan de la Cruz).


viernes, 17 de julio de 2015

En los secretos del trineo (II). P. Segundo Llorente (VII)

         Prefiero pintar la verdad desnuda a cubrirla con un ropaje de leyenda; como si, por el mero hecho de ser uno misionero, Dios le abrumase a consuelos místicos que le hagan regocijarse en los sufrimientos, como leemos en los mártires de antaño. Claro que Dios puede mandar un ángel  a Getsemaní; pero dejará que su Hijo querido apure el cáliz hasta las heces.

         En Alaska, como en el resto del mundo, el reino de los cielos padece violencia, y sólo aquellos que se la hacen le arrebatan. El que espere en Alaska novedades y poesía, que no venga; porque se va a llevar tal chasco, que correrá el peligro de echarlo todo por la borda. Asimismo son indeseables (y no caigan en la tentación de venir) los caracteres serios, los pesimistas, los mandones, los melancólicos y los endebles.  

         Después de tres semanas de marchas y contramarchas alrededor de la misión, obtuve carta de examen –digámoslo así- y quedé capacitado para agarrarme a las manillas del trineo y lanzarme a la conquista de las almas. No deja de ser consolador el hecho de que nuestra madre iglesia se acomoda a todas las gentes y las gana para sí usando las costumbres de los países respectivos.


(P. Segundo Llorente, 40 años en el Círculo Polar)


jueves, 16 de julio de 2015

Sacerdote para la eternidad (II)

Su competencia en diversas ramas del saber humano -de la historia, de las ciencias naturales, de la psicología, del derecho, de la sociología-, aunque necesariamente forme parte de esa mentalidad laical, no les llevará a querer presentarse como sacerdotes-psicólogos, sacerdotes-biólogos o sacerdotes-sociólogos: han recibido el Sacramento del Orden para ser, nada más y nada menos, sacerdotes-sacerdotes sacerdotes cien por cien.

Probablemente, de tantas cuestiones temporales y humanas entienden más que bastantes seglares. Pero, desde que son clérigos, silencian con alegría esa competencia, para seguir fortaleciéndose con continua oración, para hablar sólo de Dios, para predicar el Evangelio y administrar los Sacramentos. Esa es, si cabe expresarse así, su nueva labor profesional, a la que dedican todas las horas del día, que siempre resultarán pocas: porque es preciso estudiar constantemente la ciencia de Dios, orientar espiritualmente a tantas almas, oír muchas confesiones, predicar incansablemente y rezar mucho, mucho, con el corazón siempre puesto en el Sagrario, donde está realmente presente El que nos ha escogido para ser suyos, en una maravillosa entrega llena de gozo, aunque vengan contradicciones, que a ninguna criatura faltan.


(Homilía de S. José María Escrivá de Balaguer)


miércoles, 15 de julio de 2015

Ejercicios y Predicación. S. Ignacio de Loyola (X)

La primera ocupación que S. Ignacio tomó para sí, y enseñó a sus compañeros, era lo que llamaban trato con los prójimos, en las tres formas de conversación espiritual. Ejercicios y predicación. La materia y el espíritu de estos tres ministerios eran substancialmente idénticos; la forma literaria tampoco era tan diferente como veremos ahora, después que la predicación se ha vuelto presuntuosa y llena de palabrería. Aquellos hombres vivían de la santidad, y daban a los demás, por contagio, lo que les brotaba del alma. Ignacio, hablando del gran concurso que tenían en sus predicaciones, da, entre otras, una razón que no entenderán esos llamados “oradores”, la cual queremos poner aquí a la letra: “La tercera razón, dice, porque no tenemos juicio, por muchas experiencias, que el Señor nuestro, por la su infinita y suma bondad, no nos olvida, y a otros muchos por nosotros, tan bajos y sin ninguna cuenta, ayuda y favorece”. Ya nos ha dicho el P. Ribanedeira cómo Ignacio no decía palabra bien dicha en italiano; pero cuando, al final del sermón, alzaba la voz, y clamaba que habían de amar a Dios de todo corazón, con todas las fuerzas, con toda el alma y la vida, todos caían de rodillas, penetradas de devoción, y muchos hechos un mar de lágrimas. Pues lo mismo proporcionalmente dice de sus compañeros, tanto por lo que toca a la ignorancia de la lengua, a los principios de su estancia en Italia, como en lo que se refiere a la eficacia divina del espíritu. El pueblo de Portugal, con un instinto recto y clarividente, les llama los apóstoles.


(S. Ignacio de Loyola, P. Casanova).

martes, 14 de julio de 2015

Las horas pasan y nos son tenidas en cuenta

         Uno de los grandes pecados que podemos cometer es perder los momentos preciosos de tiempo que Dios nos concede para hacer el bien. Por dice el Apóstol “Mientras disponemos del tiempo, obremos el bien” (Gal. 6, 10).

         Todo llega y todo pasa... sólo Dios permanece. Tiempo perdido son los minutos que no hemos vivido para Dios.


         

lunes, 13 de julio de 2015

De malas razones nos libre Dios

“En esta casa, y aun toda persona que quiera ser perfecta, 
huya mil leguas de “razón tuve”, “hiciéronme sinrazón”, 
no tuvo razón quien esto hizo conmigo”. 
De malas razones nos libre Dios. 
La que no quisiere cruz, sino la que le dieren muy puesta en razón, 
yo no sé para qué está en el monasterio; 
tórnese al mundo, 
adonde aun no le guardarán esas razones.”


(Camino de Perfección, Sta. Teresa de Jesús).

sábado, 11 de julio de 2015

Prontitud para decir sí ante la grandeza de la llamada

¡Animo, jóvenes! ¡Cristo os llama y el mundo os espera! Recordad que el Reino de Dios necesita vuestra generosa y total entrega. No seáis como el joven rico, que invitado por Cristo, no supo decidirse y permaneció con sus bienes y con su tristeza, él, que había sido preguntado con una mirada de amor. Sed como aquellos pescadores que llamados por Jesús, dejaron todo inmediatamente y llegaron a ser pescadores de hombres.
Sentid la grandeza de esta misión, dejaos arrastrar del todo por el torbellino en cuyo centro actúa Dios mismo, tened plena conciencia de realizar una misión insustituible. No permitáis que la insidia de la duda, del cansancio o de la desilusión empañen el frescor de la entrega.

(S. Juan Pablo II) 

P. Mendizábal (X)

         Siempre más arriba. Por lo menos que, dóciles a Jesucristo, tengamos la sinceridad de no llamar perfección a lo que es imperfección. Que no digamos “eso no es pecado”, como único remedio nuestro, sino que veamos si esto es lo que Jesucristo pide al alma, que en esto podemos hacer muchos disparates y no es tan sencillo. Que el alma es más intransigente que el director espiritual, y que no se arreglan las cosas del espíritu interior con decir “eso no es pecado”. Qué triste. Está Jesucristo trabajando delicadamente con esa alma, deseando llevarla a la santidad y viene quizás un sacerdote o una religiosa que le dice como un descubrimiento: “Pero si eso no es pecado…”

         Seamos custodios celosos de que esas almas amen a Cristo, no sólo de que sean buenas, no de que sean modernas y… no pequen, sino de que amen a Cristo con toda su alma.

         Que así imitemos a la Santísima Virgen en nuestra consagración total.


         (En el Corazón de Cristo, P. Mendizábal).


viernes, 10 de julio de 2015

En Roma. S. Ignacio de Loyola (IX)

Dos cosas muy notables son de advertir en la acción de S. Ignacio en Roma. Una, que no se dejaba fascinar del entusiasmo momentáneo de un fervor tan fácil de encender como de apagar, sino que iba siempre a la institución, que es la única que da firmeza a las ideas y a la buena voluntad. La segunda cosa notable es que él tomaba lo que es propiamente acción apostólica: sacrificarse a sí mismo y despertar el espíritu de sacrificio en otros, para crear la buena obra; después, cuando ya marchaba sola, él la dejaba a otras personas, y atendía a despertar otras energías.


(S. Ignacio de Loyola, P. Casanova).


jueves, 9 de julio de 2015

Solamente el amor a Dios se aumenta con la muerte

El amor a las criaturas con la muerte se acaba…., el deseo de gloria humana con la muerte se termina…, y los negocios del mundo con la muerte se desvanecen en nada… Solamente el amor a Dios se aumenta con la muerte, es decir, que lo que yo tengo, lo tengo para siempre, me lo dice la fe. En cambio, lo que he dejado en el mundo, es solamente prestado para unos cuantos años… después…, nada…

Por eso, queridísimos padres, cuando yo soy tan feliz aquí en mi Monasterio, poseyendo solamente una túnica y una capa por todo caudal, y veo que no hace falta más para ser feliz en la tierra, y pienso en vosotros, y tengo unos ardentísimos deseos de poder comunicároslo que siento en aquellos momentos, y deciros a vosotros  y a mis hermanos: “No os preocupéis del mundo y sus negocios, no os inquiete el porvenir, dejarlo en manos de Dios, no os aficionéis a las cosas de la tierra, pues es perder el tiempo, acudid a Dios, y en Él hallaréis paz; primero aquí en la tierra, y después en el Cielo…


(S. Rafael Arnaiz, Saber Esperar)


martes, 7 de julio de 2015

El tiempo vale más que el oro

Al comenzar el año 1972 eL uno de enero dijo Pablo VI: “Nuestros votos por el año nuevo:  que sea bueno, activo, feliz, que no pase un día sin el cumplimiento, al menos, de una obra buena; que no venga la noche sin que la conciencia juzgue y rectifique nuestra tarea. Debemos progresar, no distraídos e inconscientes, sino como gente que piensa en su camino, como dice Dante. Así hermanos, que María la estrella de la mañana, oriente y haga bueno, feliz el año que comenzó”.

         Esto nos enseña el tiempo, a no perderlo, porque es fugaz.... a emplearlo en cosas útiles y buenas, en cosas que dan sentido a la vida. Cada hora es preciosa, cada día único, cada año vale por sí... el tiempo es oro, es eternidad.



Decidme Maestro Laínez… S. Ignacio de Loyola (VIII)

Estando un día del mes de Julio del año de 1541, el Padre Maestro Laínez con nuestro Padre Ignacio, le dijo: “Decidme, Maestro Laínez, qué os parece que haríades si Dios nuestro  Señor os propusiese este caso, y os dijese: Si tú quieres morir luego, yo te sacaré de la cárcel de este cuerpo, y te daré la gloria eterna; pero si quisieres aún vivir, no te doy seguridad de lo que será de ti, sino que quedarás a tus aventuras: si vivieres y perseverares en la virtud, yo te daré el premio; si desfallecieres del bien, como te hallare, así te juzgaré. Si esto os dijese nuestro Señor, y vos entendiésedes que quedando algún tiempo en esta vida podríades hacer algún grande y notable servicio a su divina Majestad, ¿qué escogeríades? ¿Qué responderíades?”

Respondió el Padre Laínez: “Yo, Padre, confieso a vuestra Reverencia que escogería el irme luego a gozar de Dios, y asegurar mi salvación y librarme de peligros en cosa que tanto importa”.

Entonces dijo nuestro Padre: “Pues yo cierto no lo haría así, sino que si juzgase que, quedando aún en esta vida, podría hacer algún singular servicio a nuestro Señor, le suplicaría que me dejase en ella hasta que le hubiese hecho aquel servicio; y pondría los ojos en Él, y no en mí, sin tener respeto a mi peligro o a mi seguridad.” Y añadió: “Porque, ¿qué Rey o qué Príncipe hay en el mundo el cual si ofreciese alguna gran merced a algún criado suyo, y el criado no quisiese gozar de aquella merced luego, por poderle hacer algún notable servicio, no se tuviese por obligado a conservar y aun a acrecentar aquella merced al tal criado, pues se privaba de ella por su amor y por poderle más servir? Y si esto hacen los hombres, que son desconocidos y desagradecidos, ¿qué habemos de esperar del Señor, que así nos previene con su gracia y la conserva y aumenta, y por el cual somos todo lo que somos? ¿Cómo podríamos temer que nos desamparase y dejase caer por haber nosotros dilatado nuestra bienaventuranza y dejado de gozar de Él por Él? Piénselo otros, que yo no quiero pensarlo de tan buen Dios, y de Rey tan agradecido y tan soberano.”


(S. Ignacio de Loyola, P. Casanova).



lunes, 6 de julio de 2015

Nunca ha de faltar la gran bondad de Dios


“Nunca ha de faltar la gran bondad de Dios
a quien por Él se determina a dejarlo todo”

(Sta. Teresa de Jesús, Camino de Perfección)

domingo, 5 de julio de 2015

Abriros al amor de Cristo

Abrid con confianza vuestras aspiraciones más intimas al amor de Cristo, que os espera en la Eucaristía. Hallaréis respuesta a todas vuestras inquietudes y veréis con gozo que la coherencia de la vida que El os pide es la puerta para lograr la realización de los más nobles deseos de vuestra alma joven.
Madurad en el recogimiento y la oración la elección que vais a hacer: si la voz del Señor resuena en lo más íntimo de vuestro corazón, quered escuchadle. “Si escucháis hoy mi voz: ¡no endurezcáis vuestro corazón!”
¿Quien se atreverá a decir que no al Señor que te llama? Nadie puede permitirse equivocar el camino de su vida.
Por tanto, meditadlo bien, rezad para tener la luz necesaria en vuestra elección y hecha la elección rezad todavía más para tener la fortaleza de permanecer, caminando siempre “de manera digna del Señor, procurando serle grato en todo”.
“Señor, que vea”; que vea, Señor, cuál es tu voluntad para mi en cada momento, y sobre todo que vea en qué consiste ese designio de amor para toda mi vida, que es mi vocación. Y dame generosidad para decirte que sí y serte fiel, en el camino que quieras indicarme para que sea sal y luz en mi trabajo, en mi familia, en todo el mundo.
El sacramento de la penitencia, es un medio singularmente eficaz para el crecimiento espiritual. Indispensable para el fiel que habiendo caído en pecado grave quiere retornar a la vida de Dios.
La dirección espiritual, que puede llevarse fuera del contexto del sacramento de la penitencia e incluso ser llevada por quien no tiene el orden sagrado, ayuda a superar el peligro de la arbitrariedad a la hora de conocer y decidir la propia vocación a la luz de Dios.

(S. Juan Pablo II)

sábado, 4 de julio de 2015

Cántico espiritual (II)


Esposa

 ¡Ay, quién podrá sanarme!
Acaba de entregarte ya de vero:
no quieras enviarme
de hoy más ya mensajero,
que no saben decirme lo que quiero.

 Y todos cuantos vagan
de ti me van mil gracias refiriendo,
y todos más me llagan,
y déjame muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo.

Mas ¿cómo perseveras,
¡oh vida!, no viviendo donde vives,
y haciendo porque mueras
las flechas que recibes
de lo que del Amado en ti concibes?

 ¿Por qué, pues has llagado
aqueste corazón, no le sanaste?
Y, pues me le has robado,
¿por qué así le dejaste,
y no tomas el robo que robaste?

Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshacellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos.

¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!

 ¡Apártalos, Amado,
que voy de vuelo!


(Cántico Espiritual, S. Juan de la Cruz).




viernes, 3 de julio de 2015

En los secretos del trineo. P. Segundo Llorente (VI)

El que no pierda la paciencia en una excursión –si lo hace por amor de Dios- merece ser canonizado a la vuelta sin más lujo de milagros y virtudes heroicas.

         -¡Caracoles, con la nievecita!...

         No creo que haya nada tan extraño para un europeo como viajar hora tras hora sobre lagos helados sentado en las barras de un trineo y dominando una llanura sin fin. Sin una vocación más fuerte que un puente romano, y sin un temperamento muy sui generis, esto sería insoportable. La soledad de la campiña gravita sobre el alma de modo abrumador. Se siente uno algo así como impotente. No hay abrigo, ni refugio, ni comodidad. Los perros se alternan trotando y galopando. Una brisa persistente de 20º bajo cero le envuelve a uno como el agua a uno que se ahoga. El aliento cálido se pega a las cerdas de la capucha que envuelve el rostro, y cada cerda es un carámbano, formando todo el conjunto un bloque de hielo que azota el rostro e impresiona mucho la primera vez.

         Llegan momentos muy difíciles. La brisa se convierte en un viento huracanado, que levanta remolinos de nieve por los que se mete uno jadeando, exhausto, cegado y entumecido, con los nervios en pésimas condiciones. Si entonces los perros ven un conejo y echan tras él en direcciones tortuosas, la paciencia del misionero sufre tal sacudida, que sólo el callar es entonces tan heroico como entregar el cuello al verdugo. Y los actos heroicos no son obstáculos que se remueven a puntapiés.

(P. Segundo Llorente, 40 años en el Círculo Polar)