El tema de vuestra Asamblea, «En el corazón de los acontecimientos humanos: los desafíos de una sociedad compleja», indica el campo de vuestra misión y de vuestra profecía. Estáis en el mundo pero no sois del mundo, llevando dentro de vosotros lo esencial del mensaje cristiano: el amor del Padre que salva. Estáis en el corazón del mundo con el corazón de Dios.
Vuestra vocación os hace interesados en cada hombre y en sus necesidades más profundas, que a menudo quedan inexpresadas o disfrazadas. En virtud del amor de Dios que habéis encontrado y conocido, sois capaces de cercanía y ternura. De este modo sois tan cercanos que tocáis al otro, sus heridas y expectativas, sus preguntas y necesidades, con esa ternura que es expresión de un cuidado que elimina toda distancia. Como el Samaritano que pasó a su lado, vio y tuvo compasión. Es este el movimiento al que os compromete vuestra vocación: pasar junto a todo hombre y haceros cercanos a cada persona que encontráis; porque vuestro permanecer en el mundo no es sencillamente una condición sociológica, sino una realidad teologal que os llama a estarconsciente, atento, que sabe distinguir, ver y tocar la carne del hermano.
(Audiencia del Santo Padre Francisco a los participantes en un encuentro organizado por la Conferencia Italiana de los II.SS. en mayo de 2014)
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