jueves, 6 de abril de 2017

Engañáronse los judíos



Engañáronse los judíos al fantasear que el Mesías había de venir a la tierra triunfador de todos los enemigos con el poderío de sus armas, y después de haberlos aniquilado y conquistado el dominio de toda la tierra, había de enriquecer y ennoblecer a sus seguidores.


Sobrado claramente predijeron los profetas que el Redentor viviría vida pobre y despreciada. Sabemos que fue pobre desde su nacimiento en Belén, humilde ciudad, y dentro de una cueva. Niño aún fue llevado a Egipto, donde vivió siete años como extranjero, en medio de bárbaras gentes, lejos de parientes y amigos, por lo que forzosamente hubo de vivir muy pobremente. Y cuando retornó a Judea continuó la pobreza de su vida. Ya había predicho frecuentemente, por boca de David, que durante toda su vida había de ser pobre y lleno de fatigas.

(Reflexiones sobre la Pasión de Jesucristo, S. Alfonso Mª de Ligorio)

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