Y para mortificar y apaciguar las cuatro pasiones naturales, que son gozo, esperanza temor y dolor, de cuya concordia y pacificación salen esto y los demás bienes, es total remedio lo que se sigue y de gran merecimiento y causa de grandes virtudes. Procure inclinarse:
No a lo más fácil, sino a lo más dificultoso.
No a los más sabroso, sino a lo más desabrido.
No a lo más gustos, sino antes a lo que da menos gusto.
No a lo que es descanso, sino a lo trabajoso.
No a lo que es consuelo sino al desconsuelo.
No a lo más, sino a lo menos.
No a lo más alto y precioso, sino a lo más bajo y despreciado.
No a lo que es querer algo, ni a no querer nada.
No andar buscando lo mejor de las cosas temporales,
sino lo peor y desear entrar en toda desnudez y vacío y pobreza
por Cristo de todo cuanto hay en el mundo.
Y estas obras conviene las abrece de corazón, y procure allanar la voluntad en ellas. Porque, si de corazón las obra, muy en breve vendrá a hallar en ellas gran deleite y consuelo, obrando ordenada y discretamente.
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